Hace unos dias al ver un cartel sobre la no resistencia, que decia que los cristianos verdaderos no van a la guerra (cosa que comparto, por ser una clara enseñanza apostolica), vino a mi mente la siguiente reflexion: "1 Corintios 13:1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 13:2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. 13:3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve."
El amor es la base para practicar la no resistencia, y para no ir a la guerra, porque Amo a Dios con todas mis fuerzas,mente y corazon (obedezco sus mandamientos, juan 14:21-24; 1 Juan 5:3) y al projimo como a mi mismo. Sino practicamos el amor en las cosas mas cotidianas de la vida, como la hospitalidad y el atender las necesidades mas básicas de un hermano cuando te visita, toda nuestra predicación y practica religiosa se convierte en mero "ascetismo" y autoflajelacion, una practica sin ninguna significación para Dios. Como dijo el amado apóstol:
"Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no TENGO AMOR, de nada me sirve."
Me hace recordar a un "cristiano" que decía practicar las "enseñanzas de Jesus" como por ejemplo la no resistencia, y predicaba en contra de ir a la guerra, pero dijo algo como lo siguiente en cuanto a una situación que aconteció en su iglesia:
"Menos mal que el hermano no se quedo en mi casa... yo lo hubiera tratado peor."
Viene a mi mente inmediatamente las palabras de mi Señor que dice:
Porque TUVE HAMBRE, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber.(Mt 25:42)
Eso es una falsa o doble moral, debemos tener cuidado de no caer en este tipo de error, debemos obedecer a Cristo en todo, y debemos ser muy cuidadosos pues esto es necesario hacer, sin dejar de hacer aquello para que no terminemos sinedo fariseos ciegos queriendo guiar a siegos, es decir de los que cuelan el misquito y se tragan el camello (Mt 23:24).
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